Comenzando a afinar
Si tu violín es nuevo lo más seguro es que sus cuerdas estén flojas y desafinadas, así que lo primero que deberás hacer es afinarlas. Para hacer esto podemos utilizar un afinador electrónico de clip como los que suelen venderse en casas de música, o descargando un afinador para violín o cromático en nuestro celular.
Si estás afinando tu violín por primera vez y todas las cuerdas están flojas procurá en primer lugar tensar desde las clavijas cada una de ellas para que con esa tensión puedan sostener correctamente al puente y así evitar que el mismo se nos mueva de su posición. Luego comenzá a afinar por la cuerda La, luego el Re y por último el Sol y el Mi.
A medida que vayas afinando controlá la ubicación del puente, ya que este se puede inclinar por la misma tensión que las cuerdas ejercen sobre él. Procurá que el puente siempre esté perpendicular con respecto a la tapa del violín, y que permanezca ubicado en el centro de ambas efes.
Es muy probable que cuando termines de afinar las cuatro cuerdas te encuentres con que la mayoría de ellas ya se han desafinado nuevamente, esto suele suceder al principio en un instrumento nuevo (o con cuerdas nuevas) hasta que las cuerdas y las clavijas se asienten. Volvé a afinarlo las veces que sea necesario, con el tiempo y el uso la afinación será cada vez más estable.
De igual manera es importante revisar regularmente la afinación durante tus sesiones de práctica, ya que muchas veces se puede desafinar levemente a medida que tocamos.
No es necesario desajustar las cuerdas para guardar el violín en su estuche, podemos guardarlo afinado.
«Es muy probable que cuando termines de afinar las cuatro cuerdas te encuentres con que la mayoría de ellas ya se han desafinado nuevamente, esto suele suceder al principio en un instrumento nuevo (o con cuerdas nuevas) hasta que las cuerdas y las clavijas se asienten. «
Preparando el arco
Antes de comenzar a tocar debemos ajustar el arco del violín.
Para hacer esto vamos a girar en sentido horario el tornillo que se encuentra en el extremo del arco cerca del talón. Ajustaremos el arco procurando siempre mantener la baqueta de manera cóncava, es decir, con una curvatura hacia abajo en su parte central, hasta el punto en que podamos ver como las cerdas se tensan y separan de la baqueta del arco, ofreciendo cierta resistencia al presionarlas sobre un dedo por ejemplo. El espacio que quede entre las cerdas y la baqueta en el centro del arco debe tener aproximadamente la altura de tu dedo meñique.
La baqueta del arco no debe quedar paralela a las cerdas, es decir recta con respecto a ellas, ni con una curvatura convexa (hacia fuera) ya que esto comprometería la integridad del mismo.
Deberemos aflojar el arco para guardarlo. Para esto giraremos el tornillo en sentido antihorario, hasta ver que las cerdas del mismo vuelven a quedar flojas y un poco separadas entre sí. Es importante guardar el arco de esta manera, ya que si lo guardamos tenso corremos el riesgo de que se dañe.
«Ajustaremos el arco procurando siempre mantener la baqueta de manera cóncava«
Para que nuestro violín suene deberemos pasar resina sobre las cerdas del arco. Sin resina las cerdas del arco no tendrán agarre sobre la cuerda por lo cual este resbalará y no emitirá un correcto sonido.
La resina (también llamada brea o pez) se pasará presionando levemente la misma sobre las cerdas ya tensas del arco, deslizándola a lo largo de toda la extensión de las mismas.
Si la resina es nueva puede ser conveniente raspar muy suavemente la superficie brillante de la misma hasta que empiece a desprender un polvo blanco, o en su defecto comenzar a pasarla en la parte cercana al talón del arco, aplicando una leve presión hasta que desprenda este polvo.
Cuando el arco es nuevo deberemos pasarle una buena cantidad de resina, asegurándonos de que la misma cubra toda su extensión, ya que el arco viene limpio, y como dijimos anteriormente, sin resina (o sin la cantidad adecuada) las cerdas no tendrán el agarre necesario. Más adelante solo será necesario pasar la resina unas pocas veces a lo largo de todas las cerdas cada vez que tocamos, o cuando sintamos que el arco está perdiendo su agarre.
Cuidados básicos
Al terminar de pasar resina sobre las cerdas es importante limpiar la baqueta del arco con un paño seco para eliminar los restos de resina que puedan haber quedado adheridos a la madera.
Es común que luego de tocar encuentres restos de resina depositados sobre la tapa del violín. Procuraremos siempre limpiar esta resina con un paño seco para evitar que quede adherida y vaya deteriorando el barniz del instrumento. No se recomienda limpiar el violín con productos de limpieza para muebles o madera; existen limpiadores específicos para limpiar la caja del violín sin dañar su barniz.
Mientras no esté en uso por un periodo prolongado es importante guardar el violín en su estuche. Recordá aflojar el arco para guardarlo.
¿Te resultaron útiles estos consejos? ¿Tenés alguna duda que no hayamos resuelto? ¡Dejanos tu comentario así podemos ayudarte!
Si quedan residuos de resina de anteriores pasadas, como los elimino?, o sea, como limpio las cerdas del arco?
Hola Fabián! Para limpiar las cerdas del arco se suele usar alcohol. Sacás el tornillo del arco para poder separar el talón, y con cuidado de que no se enrieden las cerdas las vas limpiano con un cepillo de dientes humedecido en alcohol. Es importante proteger con, por ejemplo, papel film las partes de madera del arco.
Para ensamblarlo de nuevo las cerdas tienen que estar bien secas, y hay que peinarlas suavemente con peine para emparejarlas.